lunes, 30 de junio de 2008

QUE DE AHORA EN ADELANTE ESTAS SEAN COSAS DE MUJERES

A Susana que me mandó una presentación que hablaba de las mujeres.
Al Santi porque le encanta discutir y no hay cosa más enriquecedora que el debate.
A Andrea y a la Flaca por ser mujeres-mujeres
A Germán, porque lo extraño
A la Maga, porque compartimos el gusto por lo colectivo
A JuanPascualero, por hacerme disfrutar de la lectura
A Beatriz, por su honestidad
Al Tata, por ser quien es y quien ha sido
A Pato porque me apasiona lo que escribe
Al Fede, por ave voladora


No depilarse más: duele y no pincha. Mejor que pinche y no duela. Si vamos a perder el masoquismo, mejor no andar con medias tintas, que se vuelva sadismo!

No preocuparnos más por las arrugas. Es más, pintar de colores la parte cóncava de la arruga para que se note más. Después de todo, está de moda dejar los caños de baños y cocinas por afuera y pintarlos de rojo.

No mirarse más de costado en el espejo preocupadas por el colgamento de la panza y la caída precipitada de la cola y otros flecos. Mirarse exclusivamente lo blanco del ojo y el paladar. Esto último no se aconseja si se han perdido molares. En dicho caso, se aconseja observar atentamente la curvatura del empeine

No deshojar margaritas. Dedicarnos a pisotear rosas o cultivar carnívoras.

Inspiradas por el Santi, no enamorarnos a menos que el otro nos ame y nos ponga una alfombra de: tequieroteamoentretejidaconseréunbuenpadredenomásdedoshijosyloscambiaré
darédecomerylavarélosplatos.


No tener la obligación moral de visitar a la suegra el día de la madre, sobre todo cuando una es madre y tiene derecho a no estropearse plenamente su día.

Poder mirar a todos los especímenes bellos del sexo masculino, sin sentir el sulfuroso aliento del diablo que nos dice que iremos al infierno- oh, pecadoras!
-¿Qué? No, no, no. Claro que no. Dije mirar.

Tirar besos a los conductores que nos acompañan al atravesar un semáforo en subida, cuando perdemos apenas un poco el control del vehículo. Si vemos por el espejo retrovisor que nos hacen una seña con el dedo en alto, de ahora en más pondremos punto muerto, sacaremos el freno y nos dejaremos deslizar , con auto y todo sobre su refulgente paragolpes, mirándolos sin entender y diciéndoles como hacía una de las picapiedras:- Pero, cuchi-cuchi....

Bueno, ya estoy cansada, por hoy. Me duele la cabeza. O es la gripe o es tanto cambio en el género. No se me ocurre más nada. Esto no es lo mío. Dale, Andrea, seguí vos y el Santi y la flaca y todos.
Hay que hacer más cosas que deberían ser de las mujeres, pero faltan todo lo que de ahora en más serán "cosas de hombres..." Se admiten aportes en prosa y verso, serios o paródicos. Todo vale